¿tilinguería o buen paladar?

Creo que casi todos los que hacemos «Nuestro Blog» poco tenemos de tilingos (¿no?) pero lo cierto es que a veces o respecto a algunas cosas, podemos tener el paladar un poco exigente. No sé, se me ocurrió escribir ésto porque a veces me siento así.

De verdad yo le entro a cualquier cosa sin que me importe marca, origen o añejamiento, qué se yo, pero a veces, cuando puedo, si el gasto no implica dejar de comprar algo más importante o básico y lo puedo pagar, me doy algunos gustos.

En mi caso tengo debilidad con muchas cosas, pero para no hacerlo muy largo voy a señalar unas pocas:
• me gusta mucho el té, por ende cuando puedo me compro de distintas variedades, sabores y orígenes.
• puedo tomar un vino de "tetra" (con soda eso sí, porque si no ¡duele!) pero cuando puedo compro algunos realmente buenos.
• con el champagne, me pasa lo mismo. De verdad "creo" encontrar diferencia entre un Cristal, Dom Perignon o Charles Lafitte y los nacionales u otros tantos, los que disfruto muchísimo, pero bueno, en este caso los precios me resultan obscenos, así que cuando me los sirven en otro lugar o me los "invitan", los disfruto a morir.

Otro.. "raye" tengo con los zapatos. No pasa por la marca pero sí por la calidad ya que no sé si el creador se confundió al ponerme las patas, pero pareciera que las tengo de princesa, ergo, los zapatos de mala calidad o confección, realmente me lastiman los pies. Acá no puedo transar con la "ideología" (jaja) porque en serio no puedo caminar, lo que me obliga a gastar mucho dinero en ellos.

¿Y a ustedes? ¿Les pasa algo parecido? ¿Cuáles son esos pequeños gustitos que a veces se dan aunque todos sepamos que el producto o servicio viene en versiones más económicas?
Podemos hablar de cualquier cosa: alimentos, tecnología, servicios, perfumes... que se yo, lo que se les ocurra.

A propósito: ¿alguien sabe quien me tomó todo el té de cherimoya? Es ese tarrito dorado chiquitito que guardaba celosamente...