ANECDOTAS: "Get Smart porque se me están durmiendo" (OSCAR)

Loco, no pasa nada... así que me mando de nuevo yo.

Año 1980 o por ahí... mi sobrina estaba aprendiendo a hablar. La llevamos un día de paseo y paramos frente al Aeroparque y se enloqueció con los aviones. Y luego de un rato de práctica, decía bastante clarito "Aión!! Aión!!" cada vez que uno de estos monstruos nos dejaba sordos con las turbinas.

En los días subsiguientes, advertimos que más que con máquinas voladoras, la nena relacionaba la palabra avión con el ruido que se producia. Y alguna vez nos reímos cuando se excitaba al escuchar una moto o un camión y enseguida gritaba "Aión!!"

Unos quince días después, nos invitan (a mi hermana, mi cuñado, mi mujer y yo) a la casa de un amigo común, por el cumpleaños de la esposa. Y estaba el abuelo de ella, a quién no conocíamos. Hombre grande, bastante, más bien callado. Fuimos, llevando a mi sobrinita, que se portó maravillosamente bien durante la cena. Hasta que sucedió la desgracia.

En el momento en que estaban limpiando un poco la mesa para servir el postre, y la presencia de la mucama había causado un silencio en la conversación, el buen señor no resiste el clamor de sus intestinos y, para decirlo en francés, se raja un pedo que casi afloja los vidrios del comedor. Con un admirable control, todos los presentes hacemos de cuenta que nada hemos oido y que la vida continúa... salvo la criaturita. Que inmediatamente se saca el chupete, alborozada, lo señala al viejo pedorrero y grita con todas sus fuerzas:

"AIÓN...!!! AIÓN...!!!!!"