ANECDOTAS: "Get Smart" (MARIA # 2)

Hoy estoy muy "Che Papusa, oí"... (el Maestro Oscar sabrá comprender...digo, por la edad...) y aunque me despedí de este lugar hace un rato, ahora me pintó diarrea verbal.

El cuento es éste: hace muchísimos años, a ver... como doce, yo estaba escribiendo la primera de las cuatro novelas que terminaron con la gloria que merecían en el fuego justiciero; y por entonces un tío político (un tipazo, uno de esos "puta madre" para todo; boga, escritor, loco diagnosticado, otrora correponsal de don Julio Florencio Cortázar -que le pedía a él, ¡a mi tio! que por favor siguiera escribiendo- (me) oficiaba de tutor o secuaz, como quieran.

En fin, lo anecdótico viene por el lado de que en varios momentos de mi historieta argumental en turno (la primera en este caso) transcribía frases de conocidos o ignotos pero no de mi autoría; fragmentos de canciones; diálogos que habían sido en la realidad y tal. Así que consulté a mi cómplice sobre la cantidad de "otros" que podía meter entre mis personajes y mi delirio. Recuerdo que me dijo, con una seguridad que no dejaba lugar a sospecha alguna, -"podés poner 1.000 palabras de otros sin citar autores. Más de eso, citalos. Igual, podés tener quilombos."

Me lo quedé pensando. Si la frase venía de Sófocles, Schopenhauer, Byron, Poe, Wilde, Gramsci, Nietzsche o cualquier tipo de los que hacía más de cincuenta años eran gusanos, no había problemas de quilombo; pero esas transcripciones completas de una letra de Soda (en pleno auge), de un cuentito de Bucay (jajaja) o de una poesía de Serrat de-él-y-no-de-Machado... me hicieron dudar un poco.

[Jodidos! dejen de lado la reflexión chota ésa que construyeron a partir de mis veladas pretensiones de ver(me) en letra e´molde! ¡No viene al caso, che!]

Decía, me lo pensé y después me dije "¿para qué?" ... Me pregunté: ¿tanta necesidad tiene la novelita de ser ilustrada y engolada en bastardillas con frases archiconocidas o letras de canciones?. Revisé los manuscritos de "a pura mini Olivetti" y me contesté que no. Asi que fueron tachados con gran sensación de satisfacción con birome Bic azul.

Esa sensación vino al tiempo de gozar de otra, esa cosa medio autodestructiva que todos tenemos y convencerme (matándome de risa a la vez) de que mi prosa no necesitaba de "otros"...¡mi prosa necesitaba primero "ser prosa"!... (así y todo, había tenido la decencia de consultar cuánto podía afanar sin ir en cana y sin joder a los demás)

La satisfacción de "Che Papusa oí" de ahorita, viene por el lado de leer y al toque reconocer frases. Ando por ahí de gira en la web y a veces leo cosas escritas como propias y me digo... "¡qué hdp! cómo lo choreó a I.A!... ¡Y encima no lo cita!"... y me rio, entre satisfecha e indignada.

Pero después de la risa, viene la pregunta papusa: ¿lo hacen así para que les digan "¡qué genial que sos!"?

¡No vale che! todavía existimos los que leímos bastante y se nos quedan grabadas en el mate las genialidades ajenas. Los generosos. Y más o menos cultos o culteranistas (esto último me lo digo a mi, muriéndome de risa)

Y si en éste hay errores de tipeo, de gramática o de redacción, sepan disculpar. Ya saben, no soy escritora y soy de la generación que no usa el "word" ni su bendito -para muchos- corrector ortográfico. Escribo como me sale, sin borradores, ni bocetos, ni nada. He aquí lo de la diarrea al principio mencionada (de paso les dejo, al menos, un par de interpretaciones posibles para este post).

...

"Saber que no se sabe, eso es humildad.

Pensar que uno sabe lo que no sabe, eso es enfermedad".

Lao-tsé (570 aC-490 aC)